El abismo

Aún hoy, los historiadores no logran ponerse de acuerdo en cuanto al número de víctimas que dejó la trata transatlántica. Desde luego, faltan documentos para poder realizar una contabilidad precisa, pero las discrepancias en las estimaciones no se evalúan en decenas o centenas de miles, sino en millones. ¿Cómo puede ser que un hecho tan trágico y fundamental divida tanto a quienes se han dedicado a su estudio? Ocurre que el número, por más vertiginoso que sea, no es suficiente para expresarlo.

Es más, ¿qué sabríamos realmente si ese número hubiera quedado definitivamente establecido? ¿Sabríamos cuántos hombres, mujeres y niños perecieron durante las guerras, incursiones y razias que ocasionaron su cautiverio? ¿Sabríamos de qué manera, a miles de kilómetros de allí, una ciudad entera y su territorio encontraron en el sistema colonial y esclavista los motivos y medios de un enriquecimiento sin precedentes? ¿Comprenderíamos el lugar que ocuparon esos actores en un mundo globalizado, en los albores del capitalismo moderno? ¿Imaginaríamos el vínculo estrecho que existió entre la trata transatlántica y los inicios de la revolución industrial? ¿Entenderíamos, aunque sólo fuera por un momento, lo que significó el horror de no ser dueño de sí mismo, de abandonar el mundo de los humanos para integrar el de los bienes materiales, de desaparecer sin dejar rastro ni recuerdo?

El Museo de Historia de Nantes propone recorrer sus colecciones desde una nueva perspectiva, con el propósito de revelar las huellas a simple vista invisibles, pero bien presentes, del destino de las víctimas del sistema colonial. Más allá de la visión habitual, económica y comercial, la exposición pone al descubierto la compleja realidad de una ciudad que fue negrera y esclavista.

Deliberadamente inmersiva, sugestiva y sensible, El abismo da cuenta de la complejidad de lo real y será una ocasión para conocer los nombres, registrados en los documentos oficiales, de aquellos y aquellas que vivieron en Nantes entre 1692 y 1792 en condición de personas cautivas esclavizadas.

El contenido multimedia ocupa un lugar destacado, jalonando el recorrido de visita: introducción sonora, lectura de documentos históricos para escucha individual, difusión de música, vídeo mapping sonoro sobre dos cuadros, proyección de los nombres de las personas esclavizadas sobre un panel y documentos de gran formato en los espacios expositivos. La modelización del navío Marie-Séraphique se presenta al público a través de una película. La muestra también se hace eco de los grandes temas y debates que acaparan la actualidad: migraciones, redes de esclavitud contemporánea, desarrollo de nuevas formas de racismo, movimientos por la igualdad de derechos, entre otros.

Medios asociados a la exposición :

Con el apoyo de la Fundación por la Memoria de la Esclavitud.